Musculatura
Los deportistas con más resistencia tienen un porcentaje de
fibras lentas mucho mayor que los deportistas de menor resistencia. Para
trabajar este tipo de fibras debéis de hacer sesiones de media y larga
duración. Pero ¡ojo!, no olvidéis trabajar en el invierno las fibras rápidas
con trabajo de fuerza, así podréis tener un puntito más de resistencia en los
momentos de máximo esfuerzo durante vuestras competiciones principales.
Reservas energéticas
Un deportista tiene como fuentes de energía las grasas
(ácidos grasos) y el glucógeno, principalmente. En todo momento el organismo
necesita de ambas fuentes de energía, pero según la intensidad a la que se esté
trabajando predomina más fuente energética u otra. Se estima que hasta el 65%
de la capacidad máxima de un ciclista la fuente energética principal son los
lípidos (grasas). A mayores intensidades el glucógeno comienza a hacer acto de
presencia, pero no olvidéis que este se consume mucho antes que las grasas, hay
que saber muy bien el ritmo de competición de cada uno para no cometer errores
y veniros abajo en los últimos km como sucede en muchas ocasiones. Debéis de
trabajar mucho la base aeróbica, no hay más secretos que meter km y km para
afianzar la técnica, hipertrofiar el corazón, aumentar el número de capilares y
su tamaño, … y todo ello os ayudará a poder competir a intensidades próximas al
65% yendo a una velocidad crucero interesante.
Además está comprobado que con un buen entrenamiento los
depósitos de glucógeno se triplican en comparación a los que tienen las
personas sedentarias. En función se aproximen vuestros objetivos más
importantes debéis de introducir lo que se conoce con el nombre de series.
Debéis de hacerlas a intensidades superiores al 65% sobre vuestro VO2máx, para
así obtener entre otras adaptaciones fisiológicas el aumento de los depósitos
de glucógeno, pudiendo tener energía para ritmos altos durante el mayor tiempo
posible.
Capilarización
Con las largas sesiones de entrenamiento a intensidades
iguales o inferiores al 65% de vuestro máximo producís un aumento de los
capilares haciendo que aumente el riego sanguíneo a vuestra musculatura. Los
deportistas con mayor número de fibras lentas tendrán un riego más eficiente,
estas fibras necesitan menos riego sanguíneo que las fibras rápidas, ayudando
así a tener una oxigenación muscular más eficiente.
Volumen sanguíneo
Con entrenamientos enfocados a la resistencia aumentaréis el
volumen sanguíneo aproximadamente en un litro. Lo que puede significar un
aumento de los glóbulos rojos y, por lo tanto, una mejora del transporte de
oxígeno en sangre de forma considerable.
Tamaño del corazón
(hipertrofia)
Si tenéis constancia en los entrenamientos de resistencia,
haréis que vuestro corazón experimente un aumento del tamaño a través de la
dilatación de sus cavidades y del grosor de las paredes cardiaca. Esto os
ayudará a tener una disminución en las pulsaciones en reposo y quintuplicar
estas pulsaciones en momentos de máximo esfuerzo (los sedentarios sólo son
capaces de triplicar las pulsaciones en reposo). Esta modificación hace que el
volumen de sangre que se bombea también aumente ayudando a la oxigenación de
los músculos. Un dato muy curioso es que a mayor
corazón, más ácido láctico podréis reciclar. Esto se debe a que en este
órgano hay muchas mitocondrias y enzimas oxidativas que metabolizan dicha
sustancia energética.
Ya sabéis lo que toca ahora, entrenar con cabeza para aumentar
al máximo estos 5 puntos.
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